Varios jóvenes volcaron contenedores, lanzaron botellas y arrancaron un semáforo la quinta noche de festejos en Gràcia
DAVID PLACER
BARCELONA
Un final violento para una noche de fiesta tranquila. La quinta jornada de celebración en Gràcia, la madrugada de ayer, acabó con lanzamiento de botellas contra la policía, un contenedor quemado y varios volcados y un semáforo arrancado. Los disturbios comenzaron, como en las noches anteriores, en la plaza del Poble Romaní, sede de las fiestas alternativas, donde un centenar de jóvenes volcaron baños portátiles y contenedores de basura cuando los Mossos d'Esquadra comenzaron el desalojo a las 5 de la madrugada, una hora y media después del cierre oficial de las celebraciones.
La policía solicitó por altavoz a los asistentes que abandonaran el lugar, una táctica novedosa empleada este año. Muchos de los concentrados se marcharon, pero un grupo decidió enfrentarse con los agentes y comenzaron a lanzar latas y botellas de vidrio. La policía cargó contra cuatro de los jóvenes mientras intentaban volcar un segundo contenedor, pero no hubo detenciones ni heridos, según informaron los Mossos d'Esquadra. Algunos gritaron y recriminaron la actitud de sus compañeros gamberros.
Tras los disturbios, la policía cargó contra algunos de los asistentes en la calle de Milà y Fontanals, desde donde se dispersaron a otras zonas del barrio. El desalojo policial fue mucho más rápido que otras noches: comenzó a las 4 horas de la madrugada en Rius i Taulet y quedó prácticamente concluido a las 5:30 horas. El operativo de vaciado y limpieza de las calles el fin de semana pasado había durado dos horas y media, una más que ayer.
La retirada del público más conflictivo dejó un semáforo arrancado entre las calles de Tordera y Milà i Fontanals y un contenedor quemado en la calle de Bailèn con avenida Diagonal. Los últimos resistentes culminaron, como es habitual, en la plaza de Joanic, donde no hubo desalojos.
Lucha libre mexicana
En la jornada de celebraciones, destacó el espectáculo de lucha libre mexicana, organizado por los vecinos de la calle Verdi. La policía bloqueó la calle durante varios minutos para evitar las aglomeraciones. "Hubo demasiado público. La policía quiso cortar el espectáculo por las aglomeraciones", dijo Ciro Medina, productor de la cita.
La pelea levantó el entusiasmo de los asistentes que vitorearon a rabiar, y entre risas por la sobreactuación de algunos, a sus luchadores preferidos. El Último Chingón, el más aplaudido, ganó el combate. "No es un montaje. Llevo 15 años practicando todos los días. Tengo heridas de verdad", dijo el popular luchador mostrando sus golpes. Al final de la lucha, decenas de niños invadieron el ring y comenzaron a imitar las volteretas y las llaves que tanto llamaron su atención en el combate.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=537162&idseccio_PK=1022&h=
DAVID PLACER
BARCELONA
Un final violento para una noche de fiesta tranquila. La quinta jornada de celebración en Gràcia, la madrugada de ayer, acabó con lanzamiento de botellas contra la policía, un contenedor quemado y varios volcados y un semáforo arrancado. Los disturbios comenzaron, como en las noches anteriores, en la plaza del Poble Romaní, sede de las fiestas alternativas, donde un centenar de jóvenes volcaron baños portátiles y contenedores de basura cuando los Mossos d'Esquadra comenzaron el desalojo a las 5 de la madrugada, una hora y media después del cierre oficial de las celebraciones.
La policía solicitó por altavoz a los asistentes que abandonaran el lugar, una táctica novedosa empleada este año. Muchos de los concentrados se marcharon, pero un grupo decidió enfrentarse con los agentes y comenzaron a lanzar latas y botellas de vidrio. La policía cargó contra cuatro de los jóvenes mientras intentaban volcar un segundo contenedor, pero no hubo detenciones ni heridos, según informaron los Mossos d'Esquadra. Algunos gritaron y recriminaron la actitud de sus compañeros gamberros.
Tras los disturbios, la policía cargó contra algunos de los asistentes en la calle de Milà y Fontanals, desde donde se dispersaron a otras zonas del barrio. El desalojo policial fue mucho más rápido que otras noches: comenzó a las 4 horas de la madrugada en Rius i Taulet y quedó prácticamente concluido a las 5:30 horas. El operativo de vaciado y limpieza de las calles el fin de semana pasado había durado dos horas y media, una más que ayer.
La retirada del público más conflictivo dejó un semáforo arrancado entre las calles de Tordera y Milà i Fontanals y un contenedor quemado en la calle de Bailèn con avenida Diagonal. Los últimos resistentes culminaron, como es habitual, en la plaza de Joanic, donde no hubo desalojos.
Lucha libre mexicana
En la jornada de celebraciones, destacó el espectáculo de lucha libre mexicana, organizado por los vecinos de la calle Verdi. La policía bloqueó la calle durante varios minutos para evitar las aglomeraciones. "Hubo demasiado público. La policía quiso cortar el espectáculo por las aglomeraciones", dijo Ciro Medina, productor de la cita.
La pelea levantó el entusiasmo de los asistentes que vitorearon a rabiar, y entre risas por la sobreactuación de algunos, a sus luchadores preferidos. El Último Chingón, el más aplaudido, ganó el combate. "No es un montaje. Llevo 15 años practicando todos los días. Tengo heridas de verdad", dijo el popular luchador mostrando sus golpes. Al final de la lucha, decenas de niños invadieron el ring y comenzaron a imitar las volteretas y las llaves que tanto llamaron su atención en el combate.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=537162&idseccio_PK=1022&h=