El fiscal pide cárcel para 2 mossos por detención ilegal
J. G. ALBALAT
BARCELONA
La Fiscalía de Barcelona continúa actuando con contundencia contra los mossos d'esquadra que presuntamente se sobrepasan en su actuación profesional. Hace unos días llegó a un juzgado de Barcelona un escrito de acusación contra dos policías autonómicos, Juan Luis I. C. y Sonia R. H, a los que se les imputa la supuesta detención ilegal de un ciudadano que, a causa de la agresión durante su arresto, sufrió diversas heridas. La acusación pública reclama para el agente siete años de cárcel --se incluye para él un delito de lesiones-- y el pago de una indemnización de 29.500 euros. Su compañera se enfrenta a cinco año y seis meses de prisión. En su día, la Conselleria d'Interior abrió un expediente y suspendió de sus funciones durante unos meses a estos agentes.
El fiscal sostiene que los dos mossos imputados se desplazaron de paisano sobre las 21 horas del 16 de febrero del 2007 a una vivienda en la calle de la Constitució de Barcelona para detener a Florian P.. Una vez en el interior del inmueble, los agentes llamaron a la vivienda y, tras serles preguntada su identidad desde el interior y responder que eran policías, José Antonio M. les abrió la puerta. El mosso mostró su placa de forma rápida y exigió que se identificara el vecino, al que no le dio tiempo de confirmar que su interlocutor era policía. Por ello, dijo, "en tono burlesco", que él también lo era y requirió al agente que se identificara de nuevo. Pero este se negó.
ARRESTO AGRESIVO
Ante esta situación, incide la fiscalía, José Antonio creyó que eran unos atracadores e intentó introducirse en su casa. El agente se lo impidió poniendo un pie en la puerta, le agarró del brazo, se lo dobló en la espalda, le sacó al rellano y le tiró al suelo boca abajo, mientras su rodilla le presionaba en la espalda, relata la fiscalía.
El afectado profirió gritos de dolor y auxilio. Los vecinos y su esposa salieron a la escalera. Perplejos al ver al hombre en calzoncillos y bata, reducido en el suelo y siendo agredido por el agente acusado, quisieron aclarar la situación. Pidieron al mosso y a su compañera su identificación, a lo que de nuevo se negaron. Los vecinos llamaron entonces a la policía, aunque no obtuvieron respuesta inmediata.
La agente Sonia R., que se mantenía expectante, solicitó refuerzos y en el lugar se personó una patrulla de la policía autonómica. Tras aclararse la situación, José Antonio pretendió entrar en su domicilio para llamar por teléfono, pero se lo impidió el mosso imputado que, ante la "sorpresa general" y con "plena conciencia de la falta de fundamentación e improcedencia de la actuación, practicó su detención" por supuesta desobediencia y usurpación de funciones. Los acusados no leyeron los derechos a José Antonio, que fue trasladado a la comisaría de Les Corts, donde permaneció varias horas hasta salir en libertad.
J. G. ALBALAT
BARCELONA
La Fiscalía de Barcelona continúa actuando con contundencia contra los mossos d'esquadra que presuntamente se sobrepasan en su actuación profesional. Hace unos días llegó a un juzgado de Barcelona un escrito de acusación contra dos policías autonómicos, Juan Luis I. C. y Sonia R. H, a los que se les imputa la supuesta detención ilegal de un ciudadano que, a causa de la agresión durante su arresto, sufrió diversas heridas. La acusación pública reclama para el agente siete años de cárcel --se incluye para él un delito de lesiones-- y el pago de una indemnización de 29.500 euros. Su compañera se enfrenta a cinco año y seis meses de prisión. En su día, la Conselleria d'Interior abrió un expediente y suspendió de sus funciones durante unos meses a estos agentes.
El fiscal sostiene que los dos mossos imputados se desplazaron de paisano sobre las 21 horas del 16 de febrero del 2007 a una vivienda en la calle de la Constitució de Barcelona para detener a Florian P.. Una vez en el interior del inmueble, los agentes llamaron a la vivienda y, tras serles preguntada su identidad desde el interior y responder que eran policías, José Antonio M. les abrió la puerta. El mosso mostró su placa de forma rápida y exigió que se identificara el vecino, al que no le dio tiempo de confirmar que su interlocutor era policía. Por ello, dijo, "en tono burlesco", que él también lo era y requirió al agente que se identificara de nuevo. Pero este se negó.
ARRESTO AGRESIVO
Ante esta situación, incide la fiscalía, José Antonio creyó que eran unos atracadores e intentó introducirse en su casa. El agente se lo impidió poniendo un pie en la puerta, le agarró del brazo, se lo dobló en la espalda, le sacó al rellano y le tiró al suelo boca abajo, mientras su rodilla le presionaba en la espalda, relata la fiscalía.
El afectado profirió gritos de dolor y auxilio. Los vecinos y su esposa salieron a la escalera. Perplejos al ver al hombre en calzoncillos y bata, reducido en el suelo y siendo agredido por el agente acusado, quisieron aclarar la situación. Pidieron al mosso y a su compañera su identificación, a lo que de nuevo se negaron. Los vecinos llamaron entonces a la policía, aunque no obtuvieron respuesta inmediata.
La agente Sonia R., que se mantenía expectante, solicitó refuerzos y en el lugar se personó una patrulla de la policía autonómica. Tras aclararse la situación, José Antonio pretendió entrar en su domicilio para llamar por teléfono, pero se lo impidió el mosso imputado que, ante la "sorpresa general" y con "plena conciencia de la falta de fundamentación e improcedencia de la actuación, practicó su detención" por supuesta desobediencia y usurpación de funciones. Los acusados no leyeron los derechos a José Antonio, que fue trasladado a la comisaría de Les Corts, donde permaneció varias horas hasta salir en libertad.